pues no se yo lo que contare por aqui,seguro que habra cosas que seran creibles o no,pero......ah!

lunes, 19 de marzo de 2012

CUESTION DE CARRERAS

En ésta historia que hoy me ocupa no es cuestión de libros,sino de carreras literalmente hablando.En el instituto siempre estaba en algún equipo : balón volea(aqui los puños había que tenerlos de oro),natación(la cual la tuve que dejar porque descubrí que yo era más terrestre,o sea que tragaba agua),baloncesto(en el cual me defendí bastante bien a pesar de que mi enemiga era la altura) y el atletismo en varios aspectos.A los 16 años participé en una carrera en competición con otros colegios,era en el campo de la Bazán por aquel entonces,y comenzaría sobre las once,uniforme de los de la época:pantalón corto azul marino,camiseta blanca y "tenis"(lo que había),posición en las calles correspondientes y a la orden de "ya"(aquí no hay pistola que valga)salir como una bala.Allá que voy disparada,como alma que lleva el diablo.....la primera vuelta......la segunda vuelta y la profe que me grita !  no corras tanto!....   a lo que yo  me decía  y ¡por qué?.....y en la tercera el esfuerzo total de pulmones y piernas, jadeando como un caballo de carreras en busca de la meta.....miro a lo lejos y veo que todos salen  por una puerta que lleva a la calle.....¿cómo? ¿que ahora hay que irse a la calle?...con to lo que yo he corrío?!   (me creí que solo eran tres vueltas y ahora había que irse a hacer un circuito ) ! de eso nada!...,pensé en algo que me sacara del apuro ,así que antes de llegar a la puerta hago como que tropiezo con una piedra y  !hala! al suelo de bruces,la profe que me viene a recoger y a mirarme la rodilla,pobrecita,con lo bien que estaba corriendo! jajajaja ojú que tramposa.!anda hombre!.En otra ocasión,pero esta vez jugando en la glorieta al coger,claro,íba tan rápido que mi cuerpo ya iba con la inercia,lo malo era que como parecía que no me podía parar me lancé contra una columna de hierro de gran diámetro dejando media paleta y sufriendo un labio superior roto,visita obligatoria al hospital,claro.No muy lejos de éste episodio,ya algo recuperada corría de nuevo por mi glorieta y de la misma manera allá fuí al suelo con la mala suerte de astillárme el antebrazo con lo que  fuimos a hacer otra visita la hospital.Yo de pequeña siempre quise unos patines,y en realidad los reyes me lo trajeron con 12 años;eran de hierro y alli en la glorieta con mis amiguitas  dábamos vueltas y vueltas sin  parar; a veces nos íbamos al paseíllo(un parque enfrente del hospital y entre cuarteles donde muchos días coincidíamos con la bajada de bandera en la puerta principal del TEAR)ese era un momento solemne donde pasara el que pasara e hiciera lo que  se hiciera,había que dejarlo todo en cuanto salía el cuerpo de guardia y al primer toque de trompeta empezaba el acto de la bajada  !todos quietos!aquí no se mueve nadie hasta que no se baje la bandera y se retiren los soldados, acto seguido continuábamos con nuestras carreras de patines,y es en una de ellas cuando me voy de cara al suelo y oh!¿por que sera´que no me sorprende?,,,me astillo el mismo brazo. ¿Será que por eso de estar el hospital tan cerca me atraía como un imán?....yo creo que al final mi abuelo tenía razón porque siempre me decía   !esta niña siempre está llena de mataúras! pues eso.